viernes, 9 de mayo de 2014

De profesión... Maletero

Definitivamente hay gente que tiene un don especial, una habilidad extraordinaria, un ángel, un no sé qué para motivar a la gente, les basta con unas cuantas palabras y las personas reaccionan de forma inmediata (y en ocasiones con bastante euforia) y se motivan y se inspiran y todo. Esas personas logran encontrar siempre el lado positivo de las cosas, logran ver siempre lo bueno de la situación, ven el vaso medio lleno. Sin embargo, también están los otros, los aguafiestas, esos que cuando encuentran algo bueno, lo tocan y automáticamente se convierte en una pila de mierda, tienen un "ojo clínico" para detectar todas aquellas cosas que están mal, y las que no lo están, no están lo suficientemente bien para hacer merecedor a quien lo hizo de una felicitación; a la par de esta agudeza visual para criticar, presentan una miopía dantesca para los logros de sus equipos de trabajo (mismos que poco a poco se van desmotivando), logros que a la larga y debido a la falta de reconocimiento, en muchos casos se van extinguiendo.

En mi experiencia he visto y veo gente de este tipo más a menudo de lo que quisiera, gente que cuando los ven llegar, el primer pensamiento es "¿y ahora que va a criticar?", estas personas se dedican a tiempo completo a una campaña de demolición sistemática que tarde o temprano termina aburriendo al personal, que ve cómo sus esfuerzos por hacer bien las cosas, se ven disminuidos por la incapacidad de sus jefes o superiores de ver y sobre todo reconocer los logros.

Este es un mal que se está propagando, pero que tiene un común denominador en todas las empresas en donde lo he observado. Las personas que presentan esta "cualidad" fueron formadas así, a látigo y a patadas, "aprendieron" (y ese aprendieron es más entre comillas que nunca) que a la gente la tienes que tratar mal, sancionarla, desconfiar de ellos y tenerlos bajo un régimen de miedo para que rindan, "aprendieron" que la única manera de hacer cumplir a la gente con su trabajo es reventarlos hasta que no puedan más y luego cambiarlos.

Pero para ello tienen que invertir una serie de recursos (económicos y humanos) para mantener este régimen, que como todo régimen tirano, termina por explotarle en la cara a quienes se empecinan en ejecutarlo; pues seamos francos, puede que quizá 30 o 40 años atrás, este modelo de explotación haya dado resultados, sin embargo, en un mercado como el actual, en donde la oferta laboral es a todas luces mayor que cuando estas personas se formaron (o más bien se deformaron), en la actualidad la oferta laboral es tan variada y abundante que el período de permanencia en una empresa, aún en condiciones favorables, es muy breve, por tanto, en una empresa en donde la política del miedo y la sanción impera, la rotación alcanza límites que rayan con lo absurdo como que en 2 meses ha renunciado a la empresa un número de trabajadores que resulta ser igual a la cantidad de trabajadores de toda la empresa.

Este tema se presenta principalmente en empresas del tipo familiar, en donde el dueño empezó de abajo y poco a poco fue surgiendo y saliendo adelante, pero a punta de golpes y cree que así es como se sale adelante, o él mismo fue explotado y ahora está devolviéndole el vuelto a la vida; se puede explicar de mil maneras, pero mientras tanto, a los que nos damos cuenta de esto y estamos en posición de hacer algo para que esta realidad cambie, nos toca enfilar baterías y poner todo para que poco a poco, sean menos las empresas que se van haciendo de una reputación nefasta y que curiosamente de cara al público son empresas "exitosas" y "grandes corporaciones", pero por dentro el "maleteo" está a la orden del día.

4 comentarios:

  1. Simplemente "Verdad"... y es una de las razones por la cual las grandes empresas empiezan a perder protagonismo en el mercado y mejorando el estilo de trato con el RRHH salen nuevas alternativas a las cuales migran los colaboradores buscando el mínimo buen trato que todo ser humano se merece "EL RESPETO"... trata a los demás como te hubiera gustado que a TI te traten... gracias Ilustre Desconocido

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  2. Gracias a ti José Luis, por seguir este humilde blog y compartirlo.

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  3. Coincido en la opinión con cada punto y coma que pones amigo mio, es la absoluta verdad, pero al fin y al cabo como se lo dije a mi hermano Pelucho alguna vez, los únicos que dormimos felices por el bien hecho somos nosotros quienes si logramos ver como son en realidad las cosas y sabemos valorar a las personas.

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