lunes, 26 de diciembre de 2011

¿Hora segura?

Otra vez por estos lares intentando hacer catarsis, pues la famosa hora segura planteada y puesta en marcha por la señora alcaldesa de Lima (misma por la que voté y no hay día en que no me arrepienta de haberlo hecho), no es más que un engaña muchachos.
Primero partamos de la aceptación de la gente, a través de la pagina de facebook aseguran que esta medida cuenta con una aceptación del 75% en el cercado de Lima, la verdad no sé a quien le preguntaron, pues hasta ahora no encuentro alguien que esté feliz de tener que comprar todo el trago que va a necesitar para su reunión, por que en pasadas las 11:30 pm (la hora varía según el distrito y que tan caleta sea el huarique donde compras) no consigues trago por ningún lado, a no ser que conozcas al pata de la tienda y te la dé camuflada, de otro modo, si se te acabó el trago, fuiste.
Segundo, eso de que "ya no te vendo trago para que la ciudad sea más segura" es más falso que moneda de 3 soles, todos sabemos que cada día las calles son más inseguras, que no se puede caminar tranquilo por que tienes que estar viendo hacia todos lados para identificar a pirañas, marcas, ladronzuelos y demás bichos que en cuestión de segundos te pueden quitar aquello que con tanto esfuerzo compraste, herirte o algo peor aún.
El problema de la violencia no se soluciona diciéndole a la gente "solo te vendo drogas y alcohol hasta las 11, después de eso es peligroso", eso es una gran tontería, la violencia es un problema social, está arraigada en la estructura de la sociedad y va más allá de limitar el consumo; señores la prevención no pasa por decir "no puedes comprar trago toda la noche", pasa por educar a la gente, por realizar campañas para concientizar sobre el abuso de las drogas (legales e ilegales), es un trabajo de largo aliento y no una medida desesperada que a la larga lo único que logra es que la gente tome más rápido que antes, se emborrache antes y haga todo lo que siempre hacían, pero más temprano; o es que acaso no se han dado cuenta que no han disminuido los accidente por conductores ebrios, que las peleas entre pandillas no han cesado, que casi todos los días en los noticieros salen noticias de que "fulanito" mató a balazos "menganito" a la salida de una discoteca en el distrito "no se cuantitos", por favor señores, la "hora segura" no es más que una medida que apunta a congraciarse con lo más rancio dela cucufatería limeña, pero que no tiene resultados concluyentes o relevantes en ralación al problema que pretendía solucionar.
Prevención a través de educación, formación y concientización, no mediante medidas inútiles que lejos de ser una solución, en algunos casos agravan el problema, toda medida abusiva, que intente limitar las libertades de las personas, en especial la libertad de elegir de manera responsable, son medidas destinadas al fracaso; aprendamos de la historia señores, ¿no fue acaso durante la prohibición en los Estados Unidos de Norteamérica la época en la que más licor se bebió?.
En todo caso, creo que cada quien es libre de elegir, lo que deben hacer las autoridades es dar los criterios y la información necesarias para que esa elección sea a conciencia, responsable y provechosa para todos los vecinos de esta tan maltrecha ciudad.
Lo dejo a su criterio...


lunes, 25 de abril de 2011

Las piedras del camino


Sábado, aproximadamente 2:30 a.m. a pocas horas de salir al trabajo para dictar un taller, de repente un dolor intenso del lado izquierdo del abdomen, no es el apéndice, no son gases (por la magnitud del dolor tendría que haber sido todo el yacimiento de Camisea), no es una indigestión (ni comiéndose una vaca entera), entonces qué demonios es ese dolor que se siente como si te taladraran la parte baja del vientre y parte de la espalda con una broca al rojo vivo.
Algunas horas y varias ampollas de morfina después me enteré, entre la somnolencia provocada por una cantidad de analgésico similar a la que se usaría para dejar privado a un elefante durante una semana y las alucinaciones propias de esos mismos analgésicos, me enteré de que era el orgulloso poseedor de cálculos renales. Pero de cuándo acá cálculos si a mí nunca me gustaron las matemáticas pensé, pues sí, cálculos, uno en particular que quería salir, pero como al igual que yo, la bendita piedra era de tamaño generoso sumado al hecho de que (según me comentó el doctor luego) el conducto por el que pretendía salir era más estrecho de lo normal, me generaba un dolor similar al que debió sentir mi mamá cuando nací pesando el módico peso de 4 kilos 200 gramos.
Las personas con las que conversé (algunas de las cuales también pasaron por este insoportable dolor) luego de todo el alboroto me dicen que luego del parto, ese es el dolor más fuerte, seguido por el dolor de muelas, el cual dicho sea de paso también he tenido, y la verdad que sí, no había posición alguna en la que el dolor sea siquiera manejable.
Una vez internado y enterándome que iba a perder mi virginidad en lo que a operaciones se refiere, ya que hasta ese momento estaba invicto, no quedó más que la famosa “resina”, resignación que le dicen, pero cualquier cosa con tal de que pare el bendito dolor que no disminuye con nada.
Al fin de cuentas se puede decir que salí bien librado, aún cuando la operación que supuestamente debió durar 1 hora y media terminó durando 3 horas, lo que significa que durante algunos minutos pude ver cómo los doctores trataban en vano de sacar la caprichosa piedrita, que ni era tan piedrita ni tan dichosa, más aún si consideran que el conducto por el cual debía de salir era más estrecho de lo que debía ser (por eso dolía como si el demonio estuviese metiendo candela.
Otro motivo más para considerar al final el balance positivo es que a raíz de este “ligero dolor”, pude bajar de peso 10 kilos, que de otro modo hubiese sido casi imposible perder y además mi consumo de gaseosa se ha reducido considerablemente y ha aumentado mi consumo de agua o jugos de fruta natural, lo cual va a favor de mi ya bastante maltratada salud.

lunes, 10 de enero de 2011

Se me fué la inspiración... y ahora???

Había escuchado antes hablar sobre el síndrome de la página en blanco, eso que les ocurre a los escritores cuando de pronto se bloquean y no pueden más que resignarse a tener frente a ellos la página vacía, por falta de inspiración, flojera, indiferencia o lo que sea; pues hace ya más de un mes estoy con una severa constipación crativa o narrativa mejor dicho, es curioso, cuando comencé con el blog, me dí cuenta de que cuanto más seguido salía a caminar por las calles de Lima la horrible, más material para escribir tenía, los temas se venían a mi cabaeza de una manera incontrolable, similar a un proceso diarréico severo causado por alguna porquería en mal estado o soleada que solemos comer los limeños pues abundan en nuestras calles con olores nauseabundos; grande fué sin embargo mi sorpresa cuando luego de algunos días nada, simplemente se fué, es decir las ganas de escribir sobre lo que a diario veía, por parecerme sencillamente intrascendente y ocioso escribir siempre sobre las mismas cosas, combis yendo y viniendo cual descontrolados de la peor horda que pudieran imaginarse, peatones zurrándose en la normas de tránsito y de urbanidad necesarios para poder siquiera intentar convivir en esta sobrepoblada ciudad, policias que no se mueven de la puerta del restaurant que están cuidando así a diez metros estén cometiendo un delito so pretexto de "no me puedo mover de la puerta", entonces para que coño te metiste de policía, un "huachiman" puede hacer lo mismo y cobra menos, ver como los choferes de combi ya tienen un tarifario para coimas a los policias de transito quienes con el mayor descaro piden entre 3 y 20 soles para la gaseosa, y demás hierbas a las que lamentablemente nos tiene acostumbrados Lima.
Pues con todoas y esas se fué, de pronto un día me senté frente a la computadora y no había nada, nada de que rajatr, nada que denunciar, nada que pudiera servir de válvula de escape para mi convulsionado cerebro lleno de tanta mierda que día a día me ataca por donde pongo un pie, por que si pues, Lima es una ciudad agresiva, y al que diga que no que venga para ver como nos va..., en fín, como decía Lima es una ciudad violenta, agresiva, en donde los modales y la amabilidad te convierten en un marica, rosquete, gallina, chivo o cualquier animal que se les ocurra.
Si no mandas al carajo al que te cerró en plena avenida en hora punta, si no le metes un empujon al gran pendejo que te quizo hacer cojudo zampándose en la cola o algo por el estilo eres definitivamente un rosquete y pobre de que ande cerca un ratero, por que encima de que se cagaron en tí y en tus derechos, viene un hijo de la casualidad y te quita lo poco que tienes.
Un día de pronto con tanto material que Vargas Llosa podría hacer una biblioteca entera me quedé en cero, ni una palabra, nada; en mi defensa he de decir que mi estabilidad emocional y mi ánimo por cosas que ocurren no eran los mejores, es decir estaba completamente acojudado, ensimismado, ahuevado, por que si pues, a veces a uno le toca pues, te pasa algo, no terminas de recuperarte y ya la vida te está jodiendo con otra cosa y cuando crees haber solucionado todo, pasa un pajarito y te caga; así es pues, cuando estás de malas, estás de peores y lo único que queda es resignarte y rogar para que las vacas o los elefantes no desarrollen de repente una misteriosa y maravillosa habilidad para volar, por que ahí si que te toca una grande. Pero como dicen no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, y una de dos o sales de la mierda que en algunos casos la pueden llegar a tener hasta por sobre la cabeza  y surges como el fénix de las cenizas o te mimetizas con la mierda para nunca más salir y convertirte en una especie de zombie o algo peor un "ciudadano" que no vale ni más ni menos que un voto.
Así de jodido estoy, jodido pero contento, intentando salir del fonde del pozo, peleando para no hundirme en la mierda, para que los que ya se hundieron no me jalen las patas y me terminen de cagar con ellos, para salir oliendo a caca pero salir, ya el baño será después, lo importante es salir lo más rápido posible y volver a escribir, volver a interesarme por algún tema, volver a sentir la pasión suficiente para volver a las andadas y volver a decir...
Lo dejo a su criterio...