miércoles, 19 de marzo de 2014

Si no me va mal, me va peor...

Hace algún tiempo escribí sobre esa tendencia autodestructiva de ciertas personas que piensan que son indestructibles, no les interesa sus vidas o simplemente son cojudos, pues día a día arriesgan sus vidas (y en algunos casos las de los demás) en osadas piruetas entre el caótico tráfico limeño, o se "aventuran" a conducir sus vehículos, luego de haber tomado "unas cuantas copitas".

Pero esa actitud autodestructiva no se limita al plano estrictamente físico, va más allá, llegando al plano emocional, son personas que tienen una capacidad increíble para transformar todo lo bueno que les pueda estar pasando en algo irremediablemente malo; tienen un olfato digno de un experto sabueso, logran encontrar el lado pesimista de una buena noticia, encuentran la mugre en la uña manicurada; en resumen, tienen una habilidad extraordinaria para cagar el mejor de los chistes.

Esa tendencia a “autojoderse” como la llama Emilio Duró, se manifiesta en los momentos más felices, cuando todo les empieza a salir bien, siempre se las arreglan para deprimirse luego de hacer o decir algo para echarlo todo a perder.

Esta actitud va más allá del simple y vulgar pesimismo, la habilidad de estas personas radica precisamente en alterar de forma efectiva y bastante real los hechos alegres, no es simplemente ver el lado negativo, es cambiar lo positivo en negativo, es convertir un delicioso pastel en un maloliente mojón, es irte con Laura Bosso cuando tienes a tu lado a Scarlett Johansson, es tirarte un hediondo pedo cuando estás en un jardín de rosas.
Si ven a alguien así, corran tan rápido y lejos como puedan, huyan lo más rápido posible, aléjense lo más que puedan y no se detengan, no miren atrás pues corren el riesgo de convertirse en piedra o algo por el estilo si lo hacen.

Esta actitud es contagiosa, como cuando estás frente a alguien que bosteza y por más esfuerzos que hagas, terminas bostezando; así que advertidos están, luego no digan que no se los dije.

No hay comentarios:

Publicar un comentario