jueves, 11 de septiembre de 2014

Daño colateral

Hoy por hoy, en nuestra saturada y congestionada Lima, cada vez que un alcalde decide que ya es tiempo de arreglar alguna pista (lo que siempre "coincide" con las elecciones), irremediablemente algún otro lugar de la ciudad queda hecho un desastre.
Esta vez no se trata de una reparación, o quizá si, pues se intenta reparar años de malos hábitos, décadas de caos y desorden, pues la llamada "cultura combi" (cortesía del nefasto gobierno de Alberto Fujimori dicho sea de paso) nos causó a los peruanos mucho más daño del que muchos suponen, esta vorágine en donde de lo que se trata es de sacar ventaja en cualquiera sea la situación, aun a costa del otro.
Es en este contexto que se implementa con muchas deficiencias el llamado Corredor Azul, en un intento de remediar el desastre de tantos años de combis, años de "pie derecho", años de "apuéguese" y toda esa variopinta fauna que acompaña a las ya mundialmente famosas "combis asesinas".
Este Corredor Azul que en principio es una buena y antigua idea (quienes tienen más de 30 años podrán recordar los Enatrus), aunque bastante mal implementada, con soluciones improvisadas y que no se ajustan a la realidad de una ciudad que tiene que re educarse en urbanidad, civismo y sobre todo respeto a los demás.
Este corredor Azul, ha ocasionado que muchas personas que antes utilizaban lo que ahora es el corredor vial Tacna, Garcilaso Arequipa, dejen de utilizarlo por no contar con la información suficiente o por cualquiera sea el motivo; pero por supuesto todas estas personas tienen que seguir movilizándose a sus centros de trabajo, escuelas, universidades, etc. y han optado por trasladarse en el ya bastante saturado Metropolitano, lo que ha generado una demanda que sobrepasa cualquier proyección o cálculo que se pudiera haber hecho, simplemente basta con darse una vuelta por la estación Naranjal (por mencionar un ejemplo) entre las seis y las siete de la mañana para darse cuenta que la capacidad de atención, tanto en personal como en infraestructura, ha sido excedida por mucho.

Yo soy un convencido de que por ningún motivo Lima debe volver al sistema de las combis, sin embargo, es necesario establecer estrategias adecuadas de implementación de un sistema que a todas luces es bueno, pero debe hacerse de forma correcta, de lo contrario se corre el riesgo de quedar como una mala idea hecha por personas que no tienen la menor idea de las necesidades de la ciudad y de sus habitantes.

Esperemos que esto prospere, pero sobre todo que el próximo alcalde (porque Villarán no vuelve a ser elegida y eso es un hecho) no retroceda y más bien subsane las muchas deficiencias que este sistema por su mala implementación presenta, pero que continúe con la reforma del transporte que ya se inició.






jueves, 4 de septiembre de 2014

Peruchos en el Corredor Azul

Ayer por primera vez utilicé el famoso y tan mentado "Corredor Azul", y para ser franco tuve sentimientos encontrados, por un lado la inmensa alegría de ver la av. Arequipa sin combis era por decir lo menos abrumadora, ver que la gente por fin se tomaba la "molestia" de subir y bajar de los buses en los paraderos establecidos (lo estoy escribiendo y aun así me parece extraño), que hacían colas de forma más o menos ordenada y que la contaminación auditiva se había reducido considerablemente al desterrar al menos de este punto de la ciudad a los impresentables cobradores que iban gritando a voz en cuello la ruta, pie derecho, apéguese!!!; pues todo eso se fue, simplemente ya no está. 

Sin embargo, y como no todo es color de rosa, se pudo ver gente absolutamente desorientada (incluyéndome) por la falta de información al respecto de las rutas y los paraderos, buses repletos de gente, que por un aterrador instante me recordaban a las combis pero en grande, madres con niños en brazos, señoras embarazadas y personas de la tercera edad que tenían que viajar paradas en parte por la indolencia de algunos que no son capaces de ceder el asiento y en parte también porque el bus estaba tan lleno que no había forma de avanzar a buscar un asiento.

El balance final para ser franco me parece positivo, sin embargo no se puede obviar que faltan muchas unidades, las que hay actualmente no alcanzan, el Perucho (dícese del peruano que arroja basura a la calle, se "zampa" en las colas, etc, etc, etc, en resumen, no respeta ni las leyes ni a sus semejantes), aun no está y creo que nunca lo estará, listo para este, ni ningún sistema que implique el respeto de las normas y las leyes; si no, como explicar que la gente se queje de que tiene que caminar cuatro cuadras y hacer colas de casi diez minutos mientras hacen felices una cola de más de 30 minutos en Mistura.

Si pues, así son los Peruchos, ojo, el Peruano NO es así, el Peruano respeta, quiere y cuida a su país, cumple las leyes y no utiliza "atajos" para evadir su responsabilidad, no mea en la calle, ni se caga en el otro, todo eso lo hace el Perucho y desde esta humilde trinchera, me encargaré de hacerles la guerra y combatir a esa lacra impresentable que nos desprestigia a los Peruanos.