miércoles, 18 de mayo de 2016

Treinta y tantos en la red

Es muy curioso ver la cantidad de fotos, artículos, gifs (creo que así se dice) y demás monerías que la gente de mi generación (casi cuarentones) comparte en las redes sociales añorando los tiempos en los que los amigos se hacían en la calle, en la que no éramos esclavos de nuestros smartphones, de aquellos tiempos en los que cuando salías de tu casa ya no te podían ubicar si no hasta que regresaras y a nadie le daba un infarto ni sufría una embolia, esas viejas y doradas épocas en las que no necesitábamos ir contándole a todo el mundo cada paso que damos.

Pues entérense "Pulpines", hubo alguna vez un tiempo en el que los teléfonos servían únicamente para hablar por teléfono con otra persona, para absolutamente nada más.

Esos mismos cuarentones, que nos jactamos de haber sobrevivido a cosas como tomar agua del grifo, salir todo el día a jugar con nuestros amigos en la calle, inventar nuevos y divertidos juegos que desarrollaban nuestra creatividad y sabe cuanta pelotudez más.

Bueno, esa misma generación es la que no puede dejar de publicar en Facebook, Twitter, Instagram y cuanta red social encuentren la nueva hazaña de alguno de sus hijos, o el juguete nuevo (auto) adquirido con tanto esfuerzo, ni pueden dejar pasar la oportunidad para contarle al mundo entero cuan enamorados están y llenar sus respectivos muros de cojudeces.

Esa es la misma generación que le compra una tablet a sus hijos menores de 10 años (mucho menos en algunos casos) y manda a sus hijos al colegio con smartphones, y artilugios de tecnología avanzada, tan avanzada que ni ellos mismo saben como utilizarlos.

Pero recuerden, como decía alguna publicación que me hicieron llegar, nosotros somos sobrevivientes de un tiempo en el que nuestros padres hablaban con nosotros, una época en la que se cenaba en la mesa con toda la familia sin televisores, ni teléfonos, a lo más el periódico de papá y punto. Si realmente somos tales sobrevivientes y añoramos tanto esa vida, ¿por qué no le damos esa oportunidad que nosotros tuvimos a nuestros hijos?, ¿por qué les negamos la posibilidad de crear y de creer que existe vida más allá de la pantalla de una tablet o un smartphone?

1 comentario:

  1. Porque así son más fáciles de cuidar. Ahora, fuera de joda. Es increíble como se enganchan los pibitos con la tecnología. Yo lo veo en mis sobrinos y mi hermano menor. Saben estar cada uno con una tablet jugando tirados en el sillón o en la play en vez de jugar a las escondidas o a la pelota. De hecho,nunca en la puta vida los vi jugar a la mancha o con juguetes. Pura tablet y play

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