jueves, 27 de septiembre de 2012

Para mis colegas y reclutadores con amor


Siempre encontramos artículos sobre los tips que se les da a los postulantes a un puesto de trabajo, como presentarse, que no hacer, como responder las preguntas del evaluador, qué hacer antes durante y después de una entrevista de trabajo, etc; pero nunca encontramos artículos sobre cómo comportarse antes durante y después de un proceso de selección, dirigido al reclutador.

En un alarde de ego desmedido nos esmeramos en darles consejos a los postulantes sobre lo que es apropiado durante un proceso de selección de personal, sin embargo nunca hacemos un “mea culpa” sobre lo que nosotros como evaluadores hacemos o dejamos de hacer.

Con algunos años de experiencia a cuestas y muchos procesos de selección unos exitosos y otros no tantos, me permito esta vez dirigirme no sólo a mis colegas psicólogos, sino a todos aquellos profesionales que por una u otra razón realizan procesos de selección; les dejo pues algunos tips  que no pretenden ser una clase teórica sobre cómo llevar a cabo un proceso de selección, sino más bien una llamada a respetar a quienes vienen a nuestras empresas que espero sean tomados como un pequeño aporte a nuestra diaria y pocas veces bien valorada labor:

1. No somos los únicos: La persona que busca trabajo, en algunos casos envía CV’s a varias propuestas laborales, no actuemos como si fuéramos los únicos a donde el postulante está aplicando.
2. Respetemos el tiempo de los postulantes: Es cierto, normalmente tenemos más de un proceso que sacar adelante a la vez y la presión puede llegar a ser fuerte, pero no por eso debemos dejar a los postulantes esperando, recuerden que podríamos ser nosotros y no nos gustaría que nos lo hicieran.
3. Darle un tiempo al postulante para presentarle la empresa, nuestra filosofía, nuestra misión, nuestra visión y que esperamos de ellos, no sólo en el puesto, hagamos que sepan qué esperamos de ellos como personas.
4. Muchas veces como evaluadores nos damos cuenta cuando el postulante no encaja en el perfil que nuestro cliente nos ha solicitado, no dilatemos un proceso en vano, tengamos el suficiente respeto hacia la persona y seamos sinceros sin olvidar que estamos frente a una persona con sentimientos.
5. Sepamos ser lo suficientemente inteligentes para lograr que los posibles nervios del postulante desaparezcan, un postulante nervioso no rinde igual y podemos estar perdiendo un buen colaborador.
6. Las pruebas psicológicas y las evaluaciones técnicas son solamente un referente, no las glorifiquemos.
7. Finalicemos la entrevista personalmente, dejar las evaluaciones al postulante y pedirle que al terminar las deje con la recepcionista  y que “espere nuestra llamada” no es tratar a la persona con respeto.
8. Muchas veces se ofrece llamar al postulante para ponerlo al tanto del estado del proceso; háganlo, un postulante que se siente mal tratado representa una referencia negativa para nuestra empresa y para nosotros como profesionales.
9. Por último, seamos creativos, un proceso de selección no debe convertirse en una situación estresante, que someta al postulante a horas de tensión e incomodidad, recuerden que el postulante de hoy puede ser nuestro cliente de mañana, no lo tratemos como una parte del proceso, tratémoslo como lo que es, una persona.

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